En el larguísimo periodo que ocupa la Prehistoria tiene lugar la hominización, la lenta evolución que condujo desde los primeros homínidos al ser humano actual. El hombre es menos veloz que un caballo, menos poderoso que un oso; Tiene la vista, el oído y el olfato menos desarrollados que un perro o un gato. Sin embargo, controla el planeta: muchos investigadores creen que ha sido el desarrollo del cerebro y de las manos lo que ha permitido llegar a ese control.